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lunes, 4 de octubre de 2010

LA ESCUCHA



Cuando te pido que me escuches
y empiezas a darme consejos,
no has hecho lo que te pedí.
Cuando te pido que me escuches
y empiezas a decirme el porqué no debería sentirme así,
estás pisoteando mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches
y sientes que debes hacer algo para solucionar mis problemas,
me has fallado, por extraño que pueda parecerte.
Escucha.
Todo lo que te pido es que escuches.
No hables o hagas, sólo óyeme.
Puedo hacer por mí mismo, no soy inútil.
Tal vez esté desanimado y vacilante pero no desesperanzado.
Cuando haces algo por mí que yo puedo o necesito hacer por mí mismo, contribuyes a mi miedo y debilidad.
Mas cuando aceptas el simple hecho de que realmente siento lo que siento,
No importa cuan irracional pueda ser, entonces puedo dejar de convencerte
y ponerme a tratar de entender qué hay detrás de ese sentimiento irracional.
Y cuando está claro, las respuestas son obvias y no necesito consejo.
Entonces, por favor,
escucha y sólo óyeme,
y, si quieres hablar,
espera tu turno y te escucharé.

Autor desconocido
Tomado del Manual de Mediación
Lee Field, Gran Bretaña Sam Evans, USA
Traducción: Clr. Susana Zima



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